Con sólo un piano de por medio, decidieron incluir la guitarra. El primero en llegar a las audiciones fue Pablo Hurtado (San Luis Potosí). “Faltando año y medio para graduarme recibí una llamada de Mario invitándome a una audición a su estudio”, dice Pablo. “Fui al estudio y ahí conocí a Mario y a Samo. Me cantaron ‘Abrázame’ con guitarra y voz. Acabando, Mario me pasó su guitarra y me dijo ‘Ahora tócala tú, acompáñanos’. Estuvimos un par de horas dándole a algunas canciones y a los dos días me llamaron y me invitaron a formar parte del proyecto, como integrante de la banda”.
El resto de la historia se escribiría en vivo, respaldando las composiciones de un primer álbum que ganaría muchos galardones, Todo cambió. Paralela y curiosamente, el nombre de Camila surgiría fortuitamente para llenarse de significado gracias a su alianza con Sony Music y Westwood Talent. Así, pensando en hacer 30 conciertos por
Sin duda la fórmula del trío se halla en cómo se completan: “Yo admiro mucho a Mario por su forma de escribir canciones, por lo perfeccionista que es al producir y porque está al pendiente de todo”, explica Pablo. “Creo que es un genio. Samo es un cantante virtuoso y con un feeling increíble. A pesar de no saber teoría de la música, tiene una intuición y un oído que le permiten crear armonías increíbles. Es muy creativo y tiene un rango vocal enorme”.
Con experiencias en los teatros Nokia de Nueva York y Los Angeles, en el Choliseo de Puerto Rico, en todo Centro América, en el Barquisimeto de Venezuela (adonde metieron 100 mil personas), en múltiples foros de Colombia, en el Ferro y Gran Rex de Argentina y finalmente en el Festival Viña del Mar de Chile, Camila nunca soñó un mejor cierre de ciclo: “¡Nos llevamos las dos Antorchas y
Cumpliendo con su nombre, “Todo cambió”, le cambió la vida a Camila en su gira inaugural.
muy buena esta entrada.
ResponderEliminar